Estoy eufórico.
E intento sosegarme, lo prometo,
mantener la cabeza
fría.

Y no es un eufórico de qué guapos somos,
we are the best.

No.

Eufórico por sentir que se ha hecho un buen trabajo,
de momento,
que la gente lo valora,
que le gusta,
que nos dice:
‘habéis hecho la mejor campaña’,
aunque no nos vaya a votar,
‘ha sido una campaña absolutamente deliciosa’
dijo otro.

Y lo que queda,
les diría yo.

El reconocimiento enaltece,
aturulla,
embriaga,
pero siempre
con el suelo en los pies
o al revés.

Y ojalá ganemos,
que Guanyar, guanye.

Pero a lo mejor,
tampoco es lo más importante.
Porque ya hemos ganado.
Amigos.
Experiencias.
Buenos momentos.

A veces pienso que…
a mí
me gustaría reunir a toda la gente que nos quiere votar
y decirles que no les vamos a defraudar,
que su energía es la nuestra,
que perdonen si hemos sido pesados,
o si no nos hemos explicado bien,
pero que lo hemos hecho lo mejor que hemos podido.

Decirles que si no cumplimos, puerta y otra cosa,
mariposa,
y que nos vamos a dejar la piel, los huesos,
las manos, los vértebras, los músculos,
no porque ahora toque,
sino porque lo llevamos haciendo tiempo atrás,
a pie de calle,
hombro a hombro,
luchando
por la dignidad,
por la decencia,
por la mayoría.

Y quien no sepa de la calle,
que no hable de sillones en el Ayuntamiento.

Que se vayan,
y si no
los echamos.

Que en las Instituciones
también se puede hacer poesía.

Que me gustaría decirles tantas cosas
que a lo mejor
terminaría por no decir nada,
por emocionarme,
por abrazar,
por dar prematuramente las gracias.

Y hay gente que le da igual,
que piensa que cumplir con uno mismo
es incompatible con cumplir con los demás.

Y a esos,
patada.

Que confien en ti
no es un cheque en blanco,
es um honor,
es una responsabilidad,
es un temblor de tierra,
es un convencimiento.

Decirles eso que me recuerda Cristian,
que una utopía
es solo una verdad prematura.

Recordar lo que decía Galeano,
que “mucha gente pequeña
en lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas,
pueden cambiar el mundo”,
que nosotros,
perqueños,
seres diminutos,
pero con grandes ideas,
con cambiar Alcoi,
nos conformamos,
de momento.

Decirles que
‘ara toca
Guanyar Alcoi’.